Capitulo #4
- Aprende Islam
- hace 6 días
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Actualizado: hace 2 días
En la sesión pasada, terminamos en un punto importante que quiero elaborar mientras también discuto algunos temas sobre las fuentes y la metodología. El punto importante del modelo que el Profeta (PB) proporciona como ejemplo para los musulmanes, y que somos afirmativamente ordenados por Allah subḥānahu wa-taʿālā, no solo a amar a Allah más de lo que amaríamos a nosotros mismos, o a nuestros familiares, o al dinero o propiedades que poseemos, sino también a extender ese mismo—por supuesto de naturaleza diferente, porque es una relación con un ser humano más que con Dios—pero también a extender ese amor, esa preferencia y prioridad al Profeta (PB).
Y como dije anteriormente, de hecho muchas veces, es que la relación con el Profeta (PB) hace la diferencia entre ideas abstractas y el cumplimiento de estas ideas en lo material. La diferencia entre decir “Allah es misericordioso” y realmente tener algún tipo de cognición de lo que significa la misericordia de Allah, o la diferencia entre decir “Allahu Akbar (Allah es el más grande) y realmente tener alguna cognición de lo que eso realmente significa. La diferencia entre eso es que nosotros, los seres humanos, tenemos la capacidad de afirmar todo tipo de conceptos e ideas en teoría, pero nuestras emociones, nuestros sentimientos, no siempre se alinean con lo que racionalmente nos decimos que creemos y aceptamos. Una relación con el Profeta (PB) es el puente entre la proclamación de ideas abstractas que decimos abrazar como musulmanes y una relación continua y recíproca con el reino de lo “no visto”, el reino de Allah subḥānahu wa-taʿālā.
Es muy fascinante ver las preguntas que los musulmanes hacen o se preguntan todo el tiempo ¿El Islam tiene un paradigma civilizacional único? ¿El Islam apoya algo que podamos señalar como la civilización islámica? ¿El Islam apoya una visión moral particular? ¿El Islam tiene una forma de vida particular? Bueno, el problema es que afirmamos una forma de vida particular cada vez que nos ponemos de pie en la oración cuando decimos en la surah al Fatiha “Guíanos por el camino recto” y como dije anteriormente, cuando el Profeta (PB) en una ocasión se puso de pie y trazó una línea, y luego trazó líneas al lado de esta, y dijo: esta línea del medio es el camino recto, y todas estas otras líneas son variaciones del tema y en cada una de estas líneas variantes está shaitán, lo que significa que es muy fácil confundirse con lo que parece ser similar pero no lo es, lo que parece lógicamente lo mismo pero no lo es, porque seguir el camino recto es una relación con Allah subḥānahu wa-taʿālā. Está basado, no en una relación con cualquier deidad o poder superior, sino con Allah específicamente y particularmente, y la Sunnah del Profeta (PB), y el ejemplo modelado del Profeta (PB). Y notamos en la revelación coránica que cada vez que Allah nos recuerda la obligación de obediencia, Allah también nos recuerda la obligación de seguir al Profeta (PB), son inseparables. En Surat al-Baqara, por ejemplo, cuando Allah habla sobre los seres humanos con los que te encuentras, y encuentras que lo que dicen, lo que predican, lo que enseñan, es atractivo, pero en el fondo es un camino diferente. No es el camino de Allah y el Profeta (PB) Muhammad. Es un camino que parece, que luce superficialmente similar, pero no lo es. Y entonces Allah nos recuerda que los seres humanos, cuando pierden contacto con la particularidad de Allah como su Dios en particular, y el Corán como su guía, y el Profeta (PB) como su ejemplo… ¿Qué nos dice Allah sobre lo que terminan haciendo los seres humanos? Que entonces literalmente dice que es como si caminaran por la faz de la Tierra causando destrucción. Y, en última instancia, la destrucción que causan es un fasad, es una corrupción de la creación. Y luego termina con que Allah no aprueba la corrupción. Ese no es el camino de Dios. Lo opuesto también es cierto: cualquier camino que finalmente conduzca a la devaluación de los seres humanos, cualquier camino que lleve a la desvalorización del valor humano y de la vida humana, y cualquier camino que de hecho conduzca a la devaluación y depreciación de la vida misma, ya sea humana o no humana, es una corrupción. Y no puede ser un camino islámico.
Lo anterior es crítico mientras avanzamos con el modelado del Profeta (PB), porque una pregunta que seguirá apareciendo y nos confrontará una y otra vez, una y otra vez, es: ¿cuál es este modelo que el Profeta (PB) exhibió? ¿De qué trataba todo este mensaje? Y cuando Allah lo describe como un camino de iluminación y luz, y cualquier cosa fuera de ese camino como un camino de oscuridad, y como veremos ejemplos repetidos de la vida del propio Profeta (PB), encarna y ejemplifica por qué este es un camino de luz en contraposición a la oscuridad, y un camino de luminosidad en contraposición a la ausencia de luminosidad. Y es fundamental tener presente y anclarnos en la realización moral de que cualquier camino, cualquier vía que finalmente resulte en corrupción no es de Allah—y como Allah nos dice, ¿qué es corrupción?—corrupción es la destrucción del valor de la vida misma. Ahora bien, ya sea que estés devaluando la Tierra, ya sea que estés devaluando a los seres vivos que existen en la Tierra, ya sea que estés devaluando a los seres humanos de diversas maneras, encontrarás todas estas ideas entrelazadas inseparablemente. Es como un tapiz de tejido, es como una tela tejida, todo está interconectado. Así que está interconectado cuando Allah, por ejemplo, condena el extremismo, condena pasarse de los límites, cuando Allah condena la ausencia de justicia, cuando Allah condena la ignorancia, encontrarás que, una vez más, es como si estuvieras envuelto en una manta de conciencia moral. Y esto es bastante crítico porque está en el corazón de la metodología misma. No es un enfoque estructuralista de los valores morales.
No se trata de la adopción de formalidades para lograr la sustancia de la justicia. Así que no se trata de abrazar, por ejemplo—para ser muy explícito—hay muchas instituciones, tradiciones, prácticas que existían en Arabia y que eran esenciales para la vida de la gente de la región o incluso más allá de esa región, para los seres humanos en general en el tiempo histórico del Profeta (PB). Pero el hecho de que una institución existiera en el tiempo del Profeta (PB) no es la cuestión material/esencial en lo que nos debemos de enfocar. La cuestión material/esencial—y llegarás a entender por qué este es un punto tan crítico—la cuestión material/esencial es si esa institución, en el tiempo del Profeta (PB), conducía o no a la corrupción, si conducía o no a una injusticia. Y así, la misma institución pudo haber sido una institución que en realidad ayudó a evitar la corrupción, ayudó a evitar la devaluación en el tiempo del Profeta (PB), pero en un periodo histórico diferente, esa misma institución puede producir resultados muy distintos. Un ejemplo claro de eso fue el sistema de wala’. En el tiempo del Profeta (PB), todo aquel que era alguien siempre tenía que tener protección. Si pertenecías a una tribu que era fuerte por sí misma y ofrecía protección a otros, o si no caías en esa categoría, tenías que tener efectivamente un patrocinador, una tribu más poderosa que te patrocinara bajo su protección. Y si no tenías un patrocinador, estarías en una situación muy precaria en la vida. Ahora bien, esa institución nunca fue afirmada por el Corán ni por el Profeta (PB) como parte integral del Islam, aunque fue adoptada y practicada. Así que, aunque en el tiempo del Profeta (PB), todos los que se convertían al Islam, si no eran miembros de una tribu poderosa, se convertían inmediatamente en patrocinados por alguna tribu. Entonces fue practicada, ¿verdad? Pero nunca fue afirmativamente ordenada como parte de las instituciones de justicia.
¿Dónde se vuelve esto aún más crítico e importante? Bueno, piensa en el tema del riqq, que a menudo se traduce como “esclavitud”, aunque yo tengo un gran problema con traducir riqq como “esclavitud”. El riqq era un hecho de la vida social y las instituciones estructurales del riqq, donde los seres humanos, a través de la guerra—y no a través del secuestro, porque la ley islámica vino y dijo no a esa institución social, a que alguien se convirtiera en parte de la institución del riqq a través del secuestro—eso fue prohibido como forma de entrada en esa condición, pero debido a las constantes guerras en curso—no había Naciones Unidas, no existía una prohibición, un tratado como la Carta de las Naciones Unidas que prohibiera el uso de la fuerza entre los pueblos excepto en defensa propia—la ley vigente era que la presunción era que si tú puedes, si quieres ir a la guerra con quien sea, puedes ir a la guerra con quien sea. Y en ausencia de un acuerdo real contra la guerra, la presunción era que la guerra era legítima. Lo que eso produjo en todo el Medio Oriente, y de hecho en todo el mundo, fue una red masiva de riqq, una red masiva de personas que fueron libres en algún momento y luego cayeron en el estado de riqq. Y nuevamente, no quiero usar la palabra esclavitud porque el riqq es diferente. Es un tema muy grande, pero es diferente de la esclavitud en cadena que vemos más tarde en Occidente en el comercio atlántico, etc. Esa institución de riqq fue en realidad crítica para la justicia social en ese tiempo, y veremos ejemplos de eso Inshallah, pero fue crítica para las instituciones de justicia social en el tiempo en que el Profeta (PB) existió. Pero esa misma institución, implementada en una era diferente, tendría exactamente el efecto opuesto. Ya no sería parte de las instituciones de justicia social, sería de hecho parte de exactamente lo contrario. Conduciría a la opresión, conduciría al sufrimiento, conduciría a la dificultad.
Esto es fundamental porque, mientras que el Profeta (PB) vino a afirmar valores morales, los valores morales son sustanciales, no estructurales. ¿Qué significa esto? Y nuevamente, tengan paciencia conmigo porque a medida que avancemos verán por qué este punto es tan crítico. ¿Qué significa esto? Significa que Allah viene y te dice, por ejemplo: el mensaje del Profeta (PB) es desafiar lo que es istikbar. Istikbar puede ser arrogancia, puede ser opresión social, opresión de clase, opresión de género, todas las formas de opresión son istikbar, es donde los seres humanos, ya sea que lo anuncien, lo declaren o no, actúan con la presunción de que son superiores a otros, que tienen derecho a privilegios e inmunidades que no extienden a otros. Un ejemplo claro de istikbar es el despotismo
Así que cuando Allah viene y dice: bien, el Profeta (PB), su mensaje fue venir y, desde el principio, desde el mismo principio, cuando Allah le dice al Profeta (PB): levántate, detente, no te escondas. Ese no es tu rol. Tu rol no es esconderte bajo una cubierta. Tu rol es levantarte y enfrentar el desafío. En esa misma revelación, que es muy temprana en el mensaje islámico, Allah menciona al Faraón. El Faraón es simbólico de un paradigma. ¿Cuál es el paradigma que representa el Faraón? Es el paradigma del istikbar, de esa opresión, de la arrogancia donde un grupo cree que es superior a los demás, donde una clase cree que es superior a los demás, donde cualquier complejo de superioridad que exista, eso es lo que encarna el ejemplo del Faraón.
Y así, al inicio mismo del mensaje, incluso antes de que el Profeta (PB) tenga un mensaje público hacia los demás, desde el mismo principio Allah dice: los huérfanos, los pobres, los viajeros, y le recuerda al Profeta (PB): tú debes luchar contra los faraones. Así que entendemos el imperativo moral. El imperativo moral, el modelo que el Profeta (PB), va a proporcionar es luchar, resistir, estar en un movimiento constante en contra de esa realidad de istikbar.
Y encontramos las enseñanzas del Profeta (PB) con respecto a las instituciones de riqq—nuevamente, que a menudo se traduce como esclavitud, y no me siento cómodo con esa traducción, por eso uso simplemente el término árabe—las enseñanzas reales en relación al riqq son para ponerle fin al istikbar. Así que, aunque la institución en sí no es prohibida, lo que sí es prohibido dentro de la institución es el fenómeno del istikbar.
Así que no puedes llamar a esa persona “abdi”, no puedes referirte a esa persona como “mi esclavo”. Tienes que llamar a esa persona “fatá” o “fatati”, “mi muchacho” o “mi muchacha”. Tienes que alimentarlos con lo mismo que comes tú. Tienes que darles derechos iguales dentro de la institución estructural existente.
Así que entiendes el punto: que la naturaleza de la institución, la naturaleza moral sustancial, es el punto. Si no puedes cambiar la naturaleza moral sustancial, entonces la institución estructural en sí se convierte en la fuente de inmoralidad. Y eso no ocurre en el tiempo del Profeta (PB). Eso ocurre después. En el tiempo del Profeta (PB), uno puede hacer el argumento muy razonable de que si el riqq se hubiera eliminado de inmediato, de hecho, eso habría sido algo negativo—como veremos—la cantidad de personas que habrían terminado abandonadas y sufriendo habría sido inimaginable.
Pero aun así, los que estaban en una situación de riqq en el tiempo del Profeta (PB) fueron nombrados líderes, se les dio el derecho de casarse con quien quisieran, sus hijos no heredaban su estatus, y al mismo tiempo, incluso en el tesoro público, los riqq recibían el derecho de comprar su libertad. Y como veremos, el Profeta (PB), les decía constantemente a los musulmanes: es su obligación ayudar a sus hermanos y hermanas a comprar su libertad.
Ahora bien, esto es crítico. ¿Por qué? Porque la dependencia intelectual perezosa en pensar simplemente en las estructuras y no en la sustancia… es una pereza intelectual. Es como decir, bueno, sabes, solo vamos a observar si las instituciones existieron en el tiempo del Profeta (PB), y así valoramos la moralidad, lo que está bien y lo que está mal, al observar señales o estructuras formales, en lugar de la sustancia real de lo que cuenta como istikbar o lo que no cuenta como istikbar. Esa es la diferencia entre un paradigma civilizacional vibrante y vivo y la muerte de un paradigma civilizacional.
Así que cuando alguien viene y dice: ¿tiene el Islam algo único que ofrecer? La respuesta es: bueno, depende de los musulmanes. Si entienden lo que el Profeta (PB) modeló para ellos y cómo ese modelo va de la mano con el mensaje del Coran y que, de hecho, no es simplemente una afirmación de la apariencia externa estructural de las cosas, sino también una afirmación de la sustancia. Así que incluso si tomas algo tan simple como la relación de los musulmanes con la tierra. ¿Qué tan en serio tomas el mandato de no causar fasad/corrupción? ¿Qué tan en serio tomas el mandato de no destruir? Porque eso definirá si de hecho ofreces o no un paradigma civilizacional alternativo.
Y vuelvo al punto: mira cuánto de esto depende de una relación con el Profeta (PB). Por eso el Islam estaba en un estado relativamente saludable mientras los musulmanes tenían una relación íntima con su Profeta (PB). Esa relación íntima se volvió cada vez más formalista, especialmente en la era moderna. Formalista, es decir, que ya no entendían nada sobre el carácter moral real del Profeta (PB), sino simplemente las exhibiciones exteriores, los formalismos externos, que por cierto, como hablaremos, son históricamente discutidos. Así que, ya sabes, cosas como cómo bebía, o qué vestía, o, ya sabes, lo que fuera su apariencia pública, etc., etc. Estos aspectos formalistas, que no te acercarán al Profeta (PB) y que no darán ningún tipo de particularidad o especialidad o realismo a tu relación con el Profeta (PB). Y por lo tanto, caes en el predicamento donde pierdes de vista lo que es especial sobre el camino islámico. Si básicamente llegas al punto en que dices, bueno, ya sabes, cualquier camino moral es igual a cualquier otro camino moral, entonces has matado al Islam. Porque ¿cuál es el punto? Si básicamente el bien que puedes alcanzar lo puedes alcanzar sin Allah y sin el Profeta (PB), y puedes terminar en la misma relación con la bondad… en mi lenguaje, en mi escuela, yo digo belleza, si terminas con la misma relación con la belleza—en otras palabras, si la potencialidad de alcanzar la belleza es la misma, ya sea que abraces a Allah y al Profeta (PB), o que no abraces a Allah y al Profeta (PB)—entonces el Islam deja de ser algo. Y eso es desastroso.
Pero ahí es donde estamos. Y como veremos, se trata de, muy a menudo, la forma en que nos relacionamos con la historia misma y con el precedente histórico. Y, ya sabes, estoy grabando esto tanto para los presentes como para las generaciones futuras, porque desempaquetar completamente lo que estoy diciendo tomará tiempo.
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